lunes, 12 de septiembre de 2011

ARNES NAESS PADRE DE LA ECOFILOSOFIA

Arnes Naess, el padre de la “Ecología Profunda”
Considerado uno de los principales filósofos noruegos del S.XX
Fotografía EFE: Imagen de archivo (4 de mayo de 2004 ) del filósofo noruego Arne Naess en Oslo, Noruega.

Sin duda que es una lamentable pérdida y todo el mundo científico y ecológico debe de estar dolido, ante el fallecimiento del filósofo noruego y ecologista comprometido Arne Naess, murió el 12 de enero a los 96 años, informó a la prensa su editor Erling Kagge, en la edición online del diario "Verdens Gang".
Nacido en Oslo en 1912, el armador multimillonario y escalador noruego Arne Naess, de 66 años y ex marido de la famosa cantante de pop Diana Ross, falleció mientras descendía una montaña de la región de Groot Drakenstein, al norte de Cape Town, en Suráfrica. El accidente sucedió en el área montañosa de Groot Drakenstein, en el distrito de Franschoek, a 80 kilómetros al norte de Ciudad del Cabo.
"Alrededor de las ocho de la mañana comenzó Naess la escalada y el accidente tuvo lugar sobre las 12.30 en una pendiente que es frecuentemente utilizada por los montañeros", reveló el capitán de policía Etienne Terblanche al periódico noruego Aftenposten. Los servicios de rescate locales informaron a la radio noruega NRK de que la causa del accidente fue la apertura del seguro que sujetaba a Naess a la pared rocosa de la montaña. El popular escalador estaba agarrado a un solo punto de apoyo y toda la cuerda cayó al fondo. Fuentes locales aseguraron que Naess se hallaba ya descendiendo después de haber coronado la cima y que escalaba solo. Franschoek es uno de los destinos turísticos más populares de Suráfrica.
El Ministerio de Exteriores noruego comunicó ayer que la Embajada de este país en Pretoria asistiría a las autoridades surafricanas en las tareas de investigación. Arne Naess era un hombre de negocios de gran éxito, armador y escalador profesional. En 1985 consiguió llegar a la cumbre del Everest.
Su padre fue mayor del Ejército alemán (Wehrmacht) y su madre era noruega. En el plano sentimental, se sucedieron los matrimonios con bellas mujeres como la sueca Filippa Kumlin d'Orey, la actriz noruega Mari Maurstad y la cantante de pop Diana Ross. Naess Jr. dejó siete hijos tras su muerte.-
Naess se diplomó en filosofía en 1933 antes de continuar sus estudios en París y Viena. Con 27 años, Naess se convirtió en el profesor más joven de la Universidad de Oslo, donde impartió clases entre 1939 y 1970.
En 1970, se encadenó, junto a otras 300 personas, para impedir la construcción de una represa cerca de la espectacular cascada de Mardalsfossen, al norte del país, que provocó el abandono del proyecto.
Naess, fundó en 1973 con la "ecología profunda" un pensamiento ecológico que concede máxima prioridad a la protección del planeta, el medioambiente, la preservación de los sistemas ecológicos y de las especies en peligro de extinción. Según exponía Naess, todos los seres vivos tienen el mismo valor y estaba a favor de lucha por la preservación del planeta en manifestaciones pero si era necesario también infringiendo la ley.
En su pensamiento filosófico influyeron de forma determinante Baruch Spinoza, Mahatma Gandhi y el budismo. Naess, desarrolló además, seis reglas para debates justos sujetos a la materia en cuestión sin ataques personales.
"La ecología profunda es un movimiento según el cual no se hace el bien por el planeta en interés del ser humano, sino por el planeta en sí mismo", declaró Naess en una entrevista publicada sobre el sitio en internet de la Universidad de Oslo.

"Arne era una persona muy abierta, no muy ortodoxa, interesada por todos los temas. Además de ser un filósofo reconocido igualmente, se convirtió en un padre espiritual para los noruegos sobre la manera en la que conciben sus vidas", aseguró a la AFP su editor Erling Kagge.

Iconoclasta, no duda en explicar a sus alumnos que aprendió tanto de las ratas como de Platón. Alpinista y senderista apasionado, formó parte en 1950 del primer equipo en alcanzar la cumbre del Tirich Mir (7.708m) en Pakistán.

Naess publicó cerca de 30 libros y numerosos artículos. Su último libro, editado junto con Henrik B. Tschudi, fue publicado en enero de 2007 con motivo del 95 aniversario del pensador.

“Una drástica reducción de la población del planeta resolvería los problemas ambientales”; es lo que propone la corriente de 'Ecología Profunda', cuyo fundador, el reputado filósofo noruego Arne Naess. Pese a sus ideas radicales, el que fuera catedrático de la Universidad de Oslo de 1939 a 1970, está considerado uno de los principales filósofos noruegos del siglo XX. Sus teorías han sido acogidas por diversos grupos de ecologistas radicales. Erlend Aas (EFE)

El filósofo noruego Arne Naess

"Tenemos el objetivo no sólo de estabilizar la población humana, sino también de reducirla a un mínimo sostenible", afirmaba Naess en una entrevista realizada para el libro 'Deep Ecology for the 21st Century'. "Pienso que no necesitaríamos tener más de mil millones de personas para tener la variedad de culturas que teníamos hace 100 años", defendía.

Este pensamiento ecológico, fundado en 1973, concede la máxima prioridad a la protección del planeta y a la preservación de los sistemas ecológicos, donde todos los seres vivos —incluido el hombre— tienen el mismo valor (lo que se conoce como igualdad biocéntrica). Este polémico movimiento no tardó en recibir críticas, como las del chileno Carlos Martínez, filósofo especializado en temas ambientales, profesor del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Finis Terrae de Chile, y autor de varios artículos y del libro 'Ecología Profunda: aportes al debate'. Hablamos con él.

Para Martínez, "Naess era un filósofo muy serio y sus ideas fueron un verdadero aporte para la valorización de la naturaleza en los últimos 30- 40 años y la crisis ambiental". Naess, que fue galardonado con la Orden Noruega Real de San Olav y el Premio del Consejo Nórdico por la Naturaleza y el Medio Ambiente en 2002, quiso resaltar el valor intrínseco de la naturaleza en una sociedad industrial. "Su gran error fue rebajar la dignidad del hombre. Equiparó al ser humano con la naturaleza, algo que va en contra de la razón antropológica y del pensamiento moderno. Si este movimiento hubiera existido hace 300 años no hubiera habido Revolución Francesa, ni Declaración de Derechos Humanos ni progreso humano", explica el filósofo chileno.

Martínez, que dirige la organización para el desarrollo sostenible Oikos, es consciente de que el mundo no va a soportar la enorme carga de la población actual, pero a diferencia de Naess, no ve el peligro en la sobrepoblación sino en su distribución. Para él, "el problema es la pobreza y la falta de equidad en la distribución de la riqueza en el mundo. Nuestra población es una gran consumidora de la naturaleza y la solución al problema reside en las tecnologías, de las cuales Naess sentía una gran desconfianza". Este filósofo chileno incide en que es imposible decir a un país pobre que abandone su camino hacia el desarrollo a favor de la naturaleza. "La postura de Naess es volver al estado más primitivo, donde el hombre tiene el mismo valor que la naturaleza, y esto no es viable en el pensamiento moderno, por el cual el hombre es un sujeto que puede intervenir en la transformación de la naturaleza", apunta Martínez.

Legalizar el aborto, fomentar la anticoncepción, la vasectomía y la esterilización masiva de mujeres —sobre todo en zonas de alta tasa de natalidad, como África— o las nuevas formas de matrimonio como el grupal y poliándrico (que proporciona la vida en familia pero sin muchos hijos) son algunas de las medidas que proponen los seguidores de la ecología profunda para resolver los problemas ambientales. "Incluso llegaron a cuestionar la ayuda económica a países pobres porque decían que era mejor dejar actuar a la naturaleza", lamenta Martínez. A todo esto hay que sumarle el dilema ético de ¿quién elige cuánta gente sobra? y ¿quién decide quienes son los que sobran? Naess, que fundó la Escuela de Oslo y fue catedrático durante más de 30 años, era un seguidor del filósofo panteísta Benito Espinosa y de ahí su interés por convertir la naturaleza en una religión.

Con todo, para Martínez, el pensamiento de Naess ha tenido una influencia positiva y otra negativa. "Lo bueno es que la gente ha tomado una mayor conciencia del valor de la naturaleza y de la crisis ambiental; y lo malo es que se han generado muchos grupos ideológicos y organizaciones ecológicas —sobre todo estadounidenses, como Earth First, Rainforest Action Network (RAN)...— que han llevado la postura de este gran filósofo a un radicalismo intolerante que se opone a todo lo que promueve el desarrollo y a otras visiones ambientales".

La Ecología Profunda o Deep Ecology Movement

Propuesta por el filósofo noruego Arne Näess (1912-). Es una de las visiones holísticas más polémicas de la relación hombre-naturaleza:  Esta propuesta se perfila como totalmente revolucionaria en tanto: “apunta a una metafísica, a una epistemología, a una cosmología nuevas así como a una nueva ética medio ambiental de la relación persona/planeta.”

Arne Naess caracteriza una nueva ecología que cuenta, entre otros principios básicos:
Todas las formas de vida sobre la tierra (humanas y no humanas) tienen valor intrínseco.
La riqueza y diversidad de formas de vida contribuyen a la realización de estos valores, y son ellas mismas, valores. El ser humano no tiene derecho a disminuir esta riqueza y diversidad, salvo para satisfacer las “necesidades vitales”.
Esta filosofía profunda cuestiona las raíces del comportamiento ético antropocéntrico. De acuerdo al primer principio, cada ser vivo tiene derecho a la vida. Particularmente el ser humano tiene derecho a satisfacer sus necesidades vitales, pero no a dominar, explotar o esquilmar otras especies y ecosistemas, precisamente por el valor intrínseco de éstas. El hombre debe identificarse con las entidades del mundo (las colectividades como especies animales, vegetales, ecosistemas y paisajes). El desarrollo del ego involucra necesariamente una posibilidad nueva del ser del hombre, para concebir la naturaleza como portadora de valor intrínseco, y respetar una cosmología donde hombre-naturaleza sean uno solo.

Dentro de esta óptica, cualquier otra manera de visualizar la relación hombre-medio ambiente (fuera de la plena identificación mutua como valores intrínsecos) es lisa y llanamente “reformismo tibio”, en tanto disfraza unos motivos u otros para salvaguardar egoístamente los intereses humanos. De este modo, el antropocentrismo débil o incluso, el biocentrismo moderado; serían las ecologías superficiales enfrentadas a la ecología profunda que indaga los motivos filosóficos que mueven la acción humana para modificar esta praxis.

La ecología profunda niega la existencia de alternativas intermedias, asumiendo una metafísica que niega la voluntad y la racionalidad humanas como fuentes de la ética.



Fuente: Soitu.Es
Autor: Almudena martín
Actualizado 13-01-2009
Fuente: Ecosofia.Org.
l movimiento de ecología profunda
Historia y visión general de la ecología profunda como surge y la diferencia entre ecología profunda y ecosofía. Los principios de plataforma del movimiento de ecología profunda


Autor: Alan Drengson
En 1973, el filósofo y montañista noruego Profesor Arne Naess introdujo el término "movimiento de ecología profunda" en la literatura sobre medio ambiente. (Inquiry 16, págs. 95-100). El ambientalismo surgió como un movimiento político popular de base en la década del 60 con la publicación del libroPrimavera Silenciosa de Rachel Carson. A las personas que ya estaban involucradas en esfuerzos en pro de la conservación-preservación, se les unieron muchas otras, preocupadas por el impacto ambiental perjudicial de la tecnología industrial moderna. Entre los elementos más antiguos y de más largo alcance del movimiento se incluían escritores y activistas como Thoreau y Muir, mientras que los que recién se sensibilizaban con el tema se hallaban más cerca de la filosofía de la utilización sabia preconizada por gente como Gifford Pinchot.
La presentación escrita de Naess había sido precedida por una charla que dio en Bucarest el año 1972 en la Tercera Conferencia Mundial sobre la Investigación Futura. En esta charla, Naess analizó los antecedentes de más largo alcance del movimiento ecológico y su conexión con una ética respetuosa de la naturaleza y del valor inherente de otros seres. Como montañista que había escalado en todos los rincones del mundo, Naess gozaba con la oportunidad que tenía de observar acciones políticas y sociales en distintas culturas. Tanto en términos históricos como en el movimiento contemporáneo, Naess percibía dos formas diferentes de ambientalismo, que no eran incompatibles entre sí. Denominó a una de ellas "movimiento de ecología profunda de largo alcance" y a la otra "movimiento de ecología superficial". La palabra "profunda" se refería en parte al nivel de cuestionamiento de nuestros propósitos y valores, al participar en discusiones sobre conflictos ambientalistas. El movimiento "profundo" implica un cuestionamiento profundo, hasta llegar a la esencia de las cosas. El superficial se detiene antes de ese nivel fundamental.
Naess tuvo muchas experiencias de primera mano en los movimientos mundiales de paz y justicia social, y fue un comprometido practicante de la vía de no violencia enseñada por Gandhi. También fue un filósofo de las ciencias y de la lógica y había realizado novedosos trabajos sobre lenguaje y comunicación. Estaba en condiciones de poder identificar los principales rasgos de los emergentes movimientos de base ambientalistas, que eran apoyados por los activistas sociales de todas partes del espectro político.
Tanto en su charla como en el trabajo publicado basado en ella, Naess explicaba, a grandes rasgos, la diferencia entre los movimientos de ecología profunda y el de ecología superficial. El planteaba que los aspectos distintivos del movimiento de ecología profunda era el reconocimiento del valor inherente de todos los demás seres vivientes y la aplicación de este punto de vista en la elaboración de políticas ambientalistas. La motivación de los que laboran por cambios sociales basados en este reconocimiento radica en su amor, tanto a la naturaleza como a los seres humanos, vale decir, el amor interviene en todos nuestros afanes. Reconocen que en la industrialización no podemos seguir con los negocios como de costumbre. Hay que introducir cambios fundamentales en sus valores básicos y en sus prácticas o destruiremos la diversidad y la belleza del mundo y la capacidad de éste de sustentar culturas humanas diversas.
En 1972 no fue mucha la gente que se percató que lo postulado por Naess era un movimiento de base y no su personal y fundamental filosofía. Desde entonces, ha planteado una serie de principios que conforman su plataforma a fin de clarificar el problema. Los movimientos políticos de base a menudo reúnen a personas con creencias y antecedentes fundamentales diversos. Con el fin de postular los objetivos compartidos del movimiento se plantea a menudo una plataforma. La plataforma presenta los principios más generales que unen al grupo en términos de proyectos y metas compartidas.
Naess junto a otras personas han propuesto un set de ocho principios para caracterizar al movimiento de ecología profunda como parte del movimiento ecológico general. Estos principios pueden ser respaldados por gente de las más diversas experiencias y que comparten una misma preocupación por el planeta, sus muchos seres y comunidades ecológicas. En muchas naciones occidentales quienes apoyan los principios de la plataforma mencionados más abajo, tienen diferentes antecedentes religiosos y filosóficos, y sus afiliaciones políticas difieren considerablemente. Lo que los une es una visión a largo plazo de lo que es necesario para proteger la integridad de las comunidades ecológicas de la tierra y los valores ecocéntricos. Quienes apoyan los principios tienen una diversidad de creencias fundamentales. Al hablar aquí de "creencias fundamentales" nos referimos a sus propias metafísicas y religiosidad, tierra fértil para sus valores, actividades y apoyo al movimiento de ecología profunda. Las diferentes culturas y personas tienen diferentes mitologías e historias. Sin embargo, pueden apoyar la plataforma y trabajar en pro de soluciones para la crisis ambiental. Están apareciendo gran diversidad de prácticas, pero el traslape es considerable, como puede observarse en cientos de conflictos ambientalistas en cualquier lugar del mundo.
Quienes apoyan los principios de la plataforma mencionada más abajo, vienen de todos los lados, y de una gran variedad de culturas y religiones. Debido a que viven en diferentes lugares, el curso de las acciones prácticas que se llevan a cabo de acuerdo al compromiso con la plataforma, también es variado. Aquí van los principios de la plataforma propuestos del movimiento de ecología profunda, según lo formulado originalmente por Naess y George Sessions:

Los principios de plataforma del movimiento de ecología profunda

1. El bienestar y florecimiento de la Vida humana y no humana en la Tierra tiene valor en sí misma (sinónimo: valor intrínseco, valor inherente). Estos valores son independientes de la utilidad que tengan el mundo no-humano para los propósitos de los humanos.
2. La riqueza y diversidad de las formas humanas contribuyen a la realización de estos valores y también son valores en sí mismos.
3. Los humanos no tienen derecho a reducir la riqueza y diversidad, excepto en caso de satisfacer necesidades humanas vitales.
4. El florecimiento de la vida humana y de las culturas es compatible con una disminución sustancial de la población humana. El florecimiento de la vida no-humana requiere tal disminución.
5. La interferencia humana actual con el mundo no-humano es excesiva, y esta situación está empeorando rápidamente.
6. Por lo tanto las políticas tienen que cambiar. Estas políticas afectan la economía básica, y las estructuras tecnológicas e ideológicas. El resultado será profundamente diferente a lo que sucede en el presente.
7. El cambio ideológico se refiere más bien a una apreciación de la calidad de vida (relacionado con situaciones de valores inherentes) más que con la adhesión a un estándar de vida cada vez más superior. Existirá una gran conciencia sobre la diferencia entre grande y gran.
8. Quienes suscriben los puntos precedentes tienen la obligación de tratar de implementar, directa o indirectamente, los cambios necesarios.
(Citado de Deep Ecology de Bill Deval y George Sessions, Gibb Smith, Salt Lake City, 1985, p. 70)).
Naess y otros, llaman a quienes respaldan estos ocho principios, los sostenedores del movimiento de ecología profunda. Como lo mencionábamos, Naess hace hincapié en que quienes respaldan estos principios lo pueden hacer desde los más variados puntos de vistas fundamentales. Así como los pájaros construyen distintos tipos de nidos en diferentes habitats, así también las culturas humanas que crecen en sitios ecológicos respetando sus valores inherentes, desarrollan diversas formas de prácticas, tecnologías y orden social.
A veces las personas confunden "el movimiento de ecología profunda" como ha sido definido más arriba, con los propios principios fundamentales de filosofía ecocéntrica de Naess, o ecosofía (camino para realizar la sabiduría y la armonía ecológicas). Arne Naess, denomina su propia visión totalizadora Ecosofía T (no ecología profunda), que deriva su nombre de la cabaña (en Tvergastein) en la que desarrolló su propia y personal ecofilosofía. Es en base a la ecosofía T con lo que él personalmente apoya los principios de la plataforma del movimiento de ecología profunda.
Naess intenta lograr que su visión totalizadora pueda ser estudiada planteando una norma única, ¡Auto-realización! El tuvo influencias de Spinoza, del Budismo y de Gandhi. La auto-realización se interpreta como "¡Auto-realización para todos los seres!". Los puntos de exclamación son utilizados para recalcar que ésto no es una mera descripción, sino que se refiere a algo que debería suceder. Naess cree que a norma es la base de su propia ecosofía. Incita a que otros desarrollen sus propias ecosofías basadas en sus propios puntos de vistas fundamentales. La auto-realización para los humanos -dice- puede realizarse de variados modos. Su propio enfoque consiste en extender su sentido de identificación a un sentido más amplio del Uno Mismo. Los seres humanos poseen esta capacidad en forma natural, y ésta atraviesa las culturas, como Naess y otros han observado. Tenemos la capacidad de conectarnos con un sentido mucho más extenso del Uno Mismo, que trasciende al ego, podemos ampliar el enfoque de nuestro sentido de identificación más allá del ego, que es lo que por lo general hacemos, para abarcar una esfera más extensa de relaciones. No nos es difícil identificarnos con otros seres vivientes. De hecho, somos capaces de poner en práctica y de cultivar esta capacidad y una de las formas para lograrlo consiste en ampliar el ámbito de nuestros cuidados y de nuestro cariño. Existen diversas maneras de explorar este Uno Mismo ampliado.
Muchos otros autores han desarrollado ecosofías bastante semejantes a la de Naess, basadas en la idea de expandir la conciencia y el amor hacia un Uno Mismo ecológico más amplio. Sin embargo, otras personas que apoyan al movimiento de ecología profunda tienen ecosofías que no parten del imperativo de auto-realización. Tanto Warwick Fox como Alan Drengson han observado que la ampliación del Uno Mismo y la idea del Uno Mismo ecológico coinciden de muchas maneras con los trabajos sobre psicología transpersonal. Fox denomina ecologías transpersonales a este tipo de ecosofías de la auto-realización. La Teología de la Creación planteada por Matthew Fox (que tiene una larga historia como tradición minoritaria en el Cristianismo) es una ecología transpersonal bajo la forma de filosofía y práctica cristianas, que encuentra que se revela el principio de Cristo y del poder del amor en la creación continua del mundo. Es esto lo que tendríamos que reverenciar. Esto nos lleva a n sentido expansivo del Uno Mismo.
La ampliación de la identificación del uno mismo ha sido criticada desde diversos ángulos por otros autores que apoyan los principios de la plataforma del movimiento de ecología profunda. Algunos prefieren no basar sus premisas últimas y su ecosofía en una concepción ligada al uno mismo, y ponen énfasis en el ser social, en ciertos casos, o bien hacen resaltar cómo en nuestras tradiciones el sentido de identidad se desarrolla en las mujeres en forma diferente a la de los hombres. En este sentido, algunos de los que apoyan el movimiento de ecología profunda son ecofeministas, otros son ecologistas sociales, otros cristianos.
Ningún partidario del movimiento de ecología profunda está contra los seres humanos, como se suele señalar. Algunos ambientalistas vociferantes que pretenden apoyar al movimiento han tenido expresiones orales o escritas de tipo misantrópico. No tienen una explicación de cómo tales declaraciones pueden ser consecuentes con un compromiso con el principio número uno de la plataforma que reconoce el valor inherente de todos los seres, incluyendo los seres humanos. Los partidarios del movimiento de ecología profunda lamentan las declaraciones y las acciones antihumanas. Son partidarios de una no violencia de tipo gandhiana, tanto de palabra como de hecho. Arne Naess dice apoyar los movimientos ecofeministas, de ecología social, de justicia social, bio-regionales y los en pro de la paz. Los principios de la plataforma del movimiento de ecología profunda son lo suficientemente amplios como para incluirlos.
Otra disputa se ha centrado en la crítica al antropocentrismo ofrecidos por algunos partidarios del movimiento de ecología profunda. El "antropocentrismo" tiene una serie de significados distintos y no hay que permitir que los malentendidos verbales sean motivo de divisiones. Cuando defendemos a nuestros seres queridos o nos sentimos más conmovidos por el sufrimiento humano que por el sufrimiento de otros seres, estamos actuando como descendientes, padres, amigos, amantes, etc. Se puede apoyar al movimiento de ecología profunda y ser consecuente con tales sentimientos. Lo que si es una inconsecuencia es negarse a reconocer el valor inherente de otros seres hasta el punto de estar dispuesto a permitir la explotación inmisericorde y la destrucción de formas de vida puramente para conveniencia y ganancias de los humanos. El antropocentrismo como sesgo contra otras formas de vida no reconoce que somos parte de aquellas vidas y que ellas son parte de la nuestra. Nuestra identidad humana, en el sentido más profundo, no puede ser separada de la tierra de la cual hemos salido. El antropocentrismo está equivocado cuando pone énfasis en "¡lo humano primero!" no importa cuáles sean las consecuencias para los demás seres. Cuando exploramos nuestro propio ser ecológico, describimos nuestras afinidades con otros seres como parte de nuestra humanidad. Una vez más, ésto nos señala que los principios de la plataforma se refieren al valor intrínseco de todos los seres, incluso los humanos. Los partidarios de la plataforma del movimiento de ecología profunda tienen el compromiso de reconocer y respetar tanto en las palabras como en los hechos el valor intrínseco de los seres humanos y de los demás seres. Esto nos lleva a acciones que minimizan nuestros propios impactos en las comunidades ecológicas y en otras culturas humanas.
En la aceptación de los principios de la plataforma del movimiento de ecología profunda está involucrado el respeto a los valores intrínsecos de la riqueza y la diversidad. Esto a su vez conduce a una crítica de la cultura industrial. Esta crítica a la cultura industrial es amplia y traspasa las fronteras culturales. Se presenta desde una variedad de lugares, tanto dentro como fuera de la cultura industrial. En parte es en base a esta crítica que surge el apoyo a los pueblos indígenas. Lo esencial de esta crítica es lo siguiente:
La cultura industrial se representa a sí misma como el único modelo aceptable de desarrollo. Sin embargo, la aplicación de este modelo y de sus sistemas financiero y tecnológico a todos los rincones del planeta desemboca en la destrucción del habitat, la extinción de especies, y la destrucción de culturas indígenas. La crisis de la biodiversidad tiene que ver con la pérdida de especies críticas que desarrollan funciones biológicas necesarias y también con la pérdida de una multitud de otros valores que son buenos en sí y que dependen de la preservación de la diversidad natural y de los procesos evolutivos silvestres. La sociedad industrial es una monocultura en cuanto a agricultura y silvicultura y en todas las demás formas. Sus modelos de desarrollo consideran a la Tierra solamente como materia prima que debe utilizarse para satisfacer el consumo y la producción, para cubrir no sólo las necesidades vitales sino que los deseos desmedidos cuya satisfacción requiere un consumo cada vez mayor. Sus monoculturas destruyen la diversidad cultural y biológica, ambas buenas en sí mismas.
Si no aceptamos el modelo de desarrollo industrial, entonces ¿qué?. El respaldo de los principios de la plataforma de la ecología profunda nos lleva a ocuparnos de las ecosofías de los pueblos aborígenes e indígenas para aprender de ellos valores y prácticas que pueden ayudarnos a vivir en forma sabia en lugares vecinos. También aprendemos de la sabiduría de nuestros lugares y de los muchos seres que habitan en ellos. Al mismo tiempo, los valores ecocéntricos implícitos en la plataforma nos llevan a reconocer que todas las culturas humanas tienen un mutuo interés en ver que la Tierra y su diversidad continúen por su propio bien y porque la amamos. La mayor parte de las personas quieren florecer y realizarse a si mismos en armonía con los otros seres y culturas. ¿Será posible desarrollar entendimientos comunes que nos permitan trabajar con la civilidad en busca de armonía con otras criaturas y seres? Los principios de la plataforma de la ecología profunda son un paso más en esa dirección. El respeto por la diversidad nos lleva a reconocer aquellas formas de sabiduría ecológica que se desarrollan de modo específico respecto al lugar y el contexto. Así, los partidarios del movimiento de ecología profunda ponen énfasis en la sabiduría ecológica específica de lugares específicos y en las prácticas de la tecnología vernacular. No hay ninguna filosofía ni tecnología que puedan ser aplicables en todo el planeta.
En Occidente se observa un renacer de las prácticas cristianas que apoyan la ecoteología basada en una espiritualidad que reverencia la Creación. Este fermento, junto con los nuevos paradigmas ecocéntricos influidos por la ecología en terreno y la principal ciencia límite ha llevado a autores como Thomas Berry a intentar diseñar un "nuevo cuento" como base para las iniciativas occidentales, dirigida a crear una sociedad con una ecología sabia y armoniosa. Todos estos esfuerzos pueden considerarse como compatibles con el apoyo a los principios de la plataforma del movimiento de ecología profunda, con quizás algunas pequeñas modificaciones.
El bio-regionalismo es una forma activa de apoyo al movimiento de ecología profunda. El Proyecto de las Tierras Silvestres, el Proyecto de Arne Naess para Trabajos escogidos, los programas educacionales del Instituto de Ecosilvicultura, son todos ejemplos de la aplicación de principios del movimiento de ecología profunda que van en apoyo de la preservación y restauración de la biodiversidad.

Referencias

Para una introducción al movimiento, ver: "Ecología, Comunidad y estilo de vida", de Arne Naess; "El movimiento de ecología profunda: una antología introductoria" editado por Alan Drengson y Yuichi Inoue;"Ecología profunda" de Bill Devall y George Sessions; y "Ecología profunda para el siglo XXI" editado por George Sessions. Para ejemplos de cómo el pensamiento y las prácticas budistas han influido en algunas de las ecosofías occidentales, ver los trabajos de Gary Snyder. Para aplicaciones y críticas de las perspectivas del Tercer Mundo, ver los escritos de Vandana Shiva y Helena Norberg-Hodge.
El Dr. Alan Drengson es Profesor Asociado de Filosofía de la Universidad de Victoria, Victoria, B.C. Canadá V8W 3P4. Él es autor de numerosas publicaciones, que incluyen "Más allá de la crisis ambientalista" (1989); "Doc Forest and Blue Mountain Ecostery" (1993); "La práctica de la tecnología"(1995); coeditor de "La filosofía de la sociedad" (1978); y "El movimiento de ecología profunda: una antología introductoria" (19
95); y editor de dos revistas trimestrales " Trumpeter: Periódico de ecosofía", y "El periódico internacional de ecosilvicultura". También practica el Aikideo y el turismo de aventura. Agradece al Profesor Naess por sus sugerentes indicaciones para preparar este trabajo.

1 comentario:

  1. La limitación de la población mundial es una de las bases del sistema impuesto por el PCCh en su interés de dar mejores posibilidades de vida a una población contenida y no la propuesta desorbitada de la Iglesia Católica a favor de la natalidad sin solucionar las consecuencias de los desequilibrios existentes con medidas reales de reparto de la riqueza.
    Se puede aducir que la ecología profunda es la defensa a ultranza de la Naturaleza y como tal un radicalismo ecológico, pero el hombre tiene derecho a una existencia mejor y solo una ecofilosofía humanista, comunista, internacionalista, solidaria puede dar respuesta a este cambio de paradigma consecuencia de la destrucción interna del sistema político-económico-financiero neoliberal capitalista.
    Dentro de la Ecofilosofía tenemos tesis como la del Aranismo, orientadas a mejorar no solo la calidad de vida sino a mejorar su interrelación con todo el ecosistema, las otras formas de vida animal, las plantas y cualquier organismo vivo o inerte que puedan significar una comunión con la Naturaleza en su plena preservación y exhaltación.

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